miércoles, 24 de octubre de 2012

La vuelta al cole

Llegó el otoño y con él, la vuelta al cole (malditos publicitarios del Corte Inglés, se me ha venido el eslogán directamente a la cabeza). Recuerdo mi infancia otoñal: La lluvia, la ropa de estreno si con suerte había crecido algo durante el verano (que en mi caso cada año era una decepción tras otra), el olor de los libros nuevos de texto y de las ceras y de las gomas, los catarros incipientes, los bocadillos de manteca engullidos embobada frente a Espinete y compañía y la tarea por las tardes... la tediosa y vil tarea. Cuántas horas de mi vida habré pasado haciendo tarea... Matemáticas, lengua, inglés, naturales, sociales... Un horror vamos. Por suerte todo eso ya pasó, por desgracia eso no me lo creo ni yo. Si hay algo más tedioso que hacer tu propia tarea, es precisamente ayudar a tus hijos a hacer la suya.

Así que cada tarde, cual mártir cristiano ante los leones, me planto yo con horror ante la mochila de mi hijo: "Dios mío por favor que la de hoy sea cortita y facilita que la pequeñuela no ha pegado ojo en toda la noche, que se me caen los ojos del sueño y todavía tengo que recoger la casa que está patas arriba y para colmo el pequeñuelo se distrae con la primera mosca que le pase por enfrente!"

Y en esas estamos, el pequeñuelo que no se aclara con el francés en parte porque ha hecho ya unos cuantos viajes ida y vuelta a la estratosfera, yo que me debato entre el grito y el macro-grito para hacerlo aterrizar mientras me siento irritada por la cantidad de dinero malgastado en libros educativos para padres del tipo "Cómo educar con amor y sin gritos sin morir en el intento", la pequeñuela que ha decidido por su cuenta abstenerse de dormir siesta y ponerse un poquillo a berrear, basicamente por eso de ocupar su tiempo en algo, la lavadora que ha terminado de lavar y el teléfono que le ha dado por sonar... y que luego venga el gracios@ de turno a preguntar: "Y tú? aún sigues en paro?" Pa mear y no echar gota vaya.

martes, 23 de octubre de 2012

Y por qué no...

Y por qué no escribir sobre lo que intuyo y no puedo expresar,
sobre lo que siento que es verdad pero pienso que no lo es
escribir sobre todo lo que no comprendo y sobre lo que extraño.

Y por que no  acallar esa voz y tan solo permanecer
callada y quieta con la conciencia cierta 
de que sé la respuesta a todas mis preguntas.

Pero cómo escribir sobre lo que no sé nombrar?


sábado, 13 de octubre de 2012

Homeland


Pequeñas palabras q salen de puntillas a traves de mis dedos
sin querer ocupar apenas espacio 
ni provocar apenas la leve sensación
de que algo importante está siendo olvidando
sin saber exactamente el qué...
 





viernes, 5 de octubre de 2012

Feliz Cumpleaños mi amor

Reir, llorar, horas interminables para desayunar, comer polvorones desde otoño, diseñar máquinas imposibles, quedarse en el baño hasta tener las yemas de los dedos como buñuelos, viajar por las nubes, ¿Cuánto me quieres? 3.420 millones, pues yo a tí 88.422 trillones, pues entonces yo a tí hasta el infinito, eso no vale, entonces yo hasta más allá del infínito, dibujar monstruos, gormitis, expediciones arqueológicas, soñar con la atlántida, despertar con cosquillas ,resfriados como relámpagos, hacerme rememorar los 80 bailando como Michael Jackson en la cocina, dormir agarraditos, despertar los sábados con un super beso, ser el terror veraniego de los cangrejos,buscar lagartos, serpientes y lo que se tercie bajo las piedras, pensar que la vida y el universo es algo muy, pero que muy misterioso y que el Dios que te explica la yaya no es más que un mito... Gracias pequeñuelo, gracias por estos 7 años inolvidables.






Sobre las dificultades de la vida maternal.



Es rematadamente fácil ver la paja en el ojo ajeno, de hecho todos terminamos tarde o temprano dictando sentencia sobre los problemas en la educación del vecino mimado, de la prima antisocial o del sobrino egoista pero es tan difícil ver la viga en el propio... y es algo normal porque pocas cosas crean a veces tanta culpabilidad, frustración, confusión y dudas como el hecho de ser padre. Así que si de algún modo puedo convencerme de que veo con claridad los problemas ajenos, está clarísimo que puedo ver (y de paso también solventar, que para eso soy una especie de semi-dios) mis propios problemas con mis hijos.

Es taaaan fácil ser una madre fantástica cuando no se tienen hijos y sin embargo una vez que los tienes,junto a tu pequeño te colocan sobre la cabeza aquella famosa espada de Damocles que deberás de llevar con más o menos gracia el resto de tus días porque siendo sincera: Puedo fracasar en todo en mi vida pero ¿quién va a querer fracasar como madre (o padre) y cargar con esa responsabilidad?. 

Así que aquí me veo, prometiéndome como cada mañana ser hoy (sííí, presiento que hoy será el día) la madre impoluta, comprensiva hasta más no poder, cariñosa, alegre, generosa, sabia y siempre dispuesta que por una razón o por otra (no acabo de entender el porqué) no acabo de encarnar.